A través del espejo

Qué extraño es este 2014 que ni para mi cumpleaños he pasado por aquí… Estoy convencida de que 2014 ha sido un año que voy a recordar. El último, tal vez, en el que he gozado de un maravilloso trabajo y el primero de un declive me temo.
Estas Navidades son, en cierto modo, agridulces. A mi siempre me ha gustado la Navidad por lo que significa, por lo que encierra, por los buenos sentimientos que se desean a diestro y a siniestro, porque es un tiempo de intimidad en el que puedes gozar, sin más. Sin embargo, este año, como no podría ser de otra manera, las navidades siguen yendo mal.
Cuando pierdes el equilibrio personal y laboral, parece que todo entra en crisis, Después de mucho luchar, había encontrado el ambiente de trabajo, que siempre había deseado; tenía mi casita cerca. Mi vida cotidiana era de lo más placentera pero ahí vino el destino a poner patas arriba mi vida y en eso sigue. Se acabó el equilibrio personal y laboral y se decantó todo hacia la vertiente familiar. Cuanto dure ni idea pero sí es cierto que la crisis de los 40 se ha dejado ver y sentir este año con toda su crudeza.
A mí que me ha gustado siempre sentirme como una balanza, como objetiva, como el punto medio, he dejado de sentirme así y eso se me augura como peligroso. Veremos cuánto tiempo puedo resistir en esta situación.
Al final, todo vuelve a su lugar y es el arte el que me hace sentir puntualmente en equilibrio.
Ayer firmé mi testamento is there generic cialis. Después de mucho pensar, necesitaba sentir que ponía orden en algún aspecto de mi vida. Claro que cuando falleces no estás ahí para que nadie te lo agradezca pero al menos espero que al que le toque, lo disfrute ;-).
Por lo demás, bienvenida sea la Nochebuena y que mañana Navidad se despierte con los mejores augurios y porqué no, con un generoso Santa que haya venido a dejar un poco de ilusión y algunos regalitos.