A través del espejo

«El amor de pareja no se busca: se encuentra. Si intentamos alcanzarlo, huirá…

¿Por qué? Quizás porque la necesidad de pareja impide la unión estable. Las diferencias entre los individuos adictos al amor y aquellos que viven una relación de pareja pero podrían convertirse sin problemas en singles son detectables. Los últimos quieren a alguien en concreto pero saben que, si no existiera esa persona, podrían escoger otra alternativa de vida. Por eso están orgullosos de su amor. Presumen de él, no lo ocultan. Creen que la otra pesona extrae lo mejor de sí mismos y no sienten una gran distancia entre lo que les dicta el cerebro y lo que les dice el corazón. Sin embargo, cuando alguien se siente adicto al amor, se avergüenza de esa dependencia como hace cualquier toxicómano. Intentan continuametne escapar de ella y demostrarse que pueden ser independientes. No lo consiguen y recaen. Y lo peor es que la otra persona se da cuenta de esa lucha y de esa necesidad de alguien, sea quien sea. Cuando se está con un adicto al amor, uno no se siente único. Nota que la otra persona necesita a alguien, sea quien sea. Y eso deteriora la relación. Por eso, la final, los que no necesietan el amor son los que más posibilidades tienen de encontrarlo. Sus parejas saben que la única razón por la que han tomado ese camino en vez de seguir la vía single es que han hallado a alguien único. Y saberse único es el principio de mantenimiento de cualquier relación».