A través del espejo

Feliz Navidad es lo primero que viene a la mente en un día como hoy.
En un año como éste, raro, no toca esperar al día 31 para hacer balance. Se puede ir haciendo ya.
Este es el primer año en que no trabajo ni un sólo día en muchos años. Es lo que tiene estar de excedencia: una sensación rara cuando a mí lo que más me gusta es trabajar. En fin, vendrán tiempos mejores esperemos.
Se avecina un cambio aunque no sé aún bien el alcance. Un cambio en muchos frentes. Con alguna preocupación por salud familiar. De hecho, este año ha fallecido mi primer primo; puñetero covid. Ya no hay que ser mayor para irse; ahora toca a gente de cualquier edad como nunca antes lo había visto. En fin, es algo que escapa de nuestras manos. No queda más que aceptarlo.
En unos días tendré en mis manos dos títulos, no uno, no, dos. Mi grado de psicología y mi máster en dirección de RRHH. Alguien me dijo una vez que si sufría de titulitis; me quedé sorprendida porque no me lo habían preguntado nunca pero ahora tengo una respuesta: no, no sufro de titulitis. Tampoco soy una acaparadora de títulos; sólo me gusta aprender y si esto comporta un título pues me lo quedo. Así de sencillo.
He entrado en el grupo de investigación WANT. Es lo que quería; ojalá éste sea un paso hacia algo mejor profesionalmente hablando y también desde el punto de vista personal. Veremos: tiempo y paciencia. De momento mucha ilusión.
¿Personalmente algo más? diría que no mucho. Más consciente tal vez de lo que realmente importa en la vida y es sentirse bien, muy simple. Si cabe, a lo mejor incluso más selectiva de lo que ya soy de por sí. Es lo que tiene cumplir 50 años y saber distinguir aquello en lo que vale la pena invertir y lo que es sólo superficial y no aporta nada.
Molts anys i bons i els millors desitjos per 2024!