A través del espejo

La revista de divulgación científica Mensa Research Journal, publicada por Mensa Education and Research Foundation y Mensa Internacional, dedicó su número de otoño de 2007 al tema de la escolarización en casa en el caso de los niños con altas capacidades.

De hecho, el homeschooling es una alternativa educativa que, también en España, es adoptada por algunas familias, no necesariamente con hijos superdotados, que consideran que la formación de sus hijos en casa lleva a mejores resultados que la realizada en un centro escolar.

Entre los artículos que contiene este monográfico destacan por su especial interés:

– Homeschooling systemically amenable to gifted and talented students. Brian D. Ray, National Home Education Research Institute.

– Home-education: a successful educational experiment, Simone de Hoogh, Radboud University, the Netherlands.

Se trata de dos artículos que plantean los beneficios que la educación en casa puede suponer para satisfacer las necesidades de los niños de alta capacidad. Se parte, sin embargo, de una introducción sobre las ventajas e inconvenientes que, en general, pueda tener esta educación en el contexto de la escuela norteamericana, para acabar concretando si puede ser o no ventajosa para los niños superdotados.

Uno de los argumentos que se sostiene es que puede servir ara evitar malos tratos por parte de otros escolares. Argumento que yo considero que sí se debe tener en cuenta al plantear esta posibilidad como una opción para enseñar a niños para los que estar en el aula puede ser problemático.

Entre estos argumentos se indica también que un elevado porcentaje –casi el 75%- de los padres que han sido educados en casa también aplican este procedimiento con sus hijos.

Además, se entiende que es útil para que los niños tengan una mejor autoestima a parte otras ventajas que hacen que los padres de niños superdotados consideren que la educación en el hogar es excelente en estos casos.

Personalmente, y en el contexto de nuestro país, pienso que tal vez lo más acertado sería, salvo que hubiese algún inconveniente grave por bullying, por ejemplo, acudir a un centro escolar pero poder tener algún tipo de enriquecimiento curricular en casa. No estoy diciendo con ello que esté en contra de la educación en casa, al contrario, a mí seguramente me habría gustado, no habría tenido que compartir aula con algún maltratador infantil pero lo cierto es que más tarde o más temprano en la vida tienes que convivir con los demás, de modo que ello exige un aprendizaje, y cuanto antes probablemente mejor. Sin embargo, es cierto que, al menos en mi caso, sí tuve la oportunidad de compartir otros conocimientos con mis padres distintos de los que aprendía en el colegio.

Por ejemplo, familiarizarse desde pequeño con diversas manifestaciones artísticas, como la música o la pintura no siempre es fácil en una escuela “normal”, de modo que sí considero imprescindible que a los niños se les permita adquirir una formación paralela en aquello que les guste. Para ello, la educación en casa puede ser una buena opción.

De todos modos, comentando estos artículos con otras personas, el argumento que más se ha repetido ha sido que en USA sí tiene razón de ser la educación en casa, porque la enseñanza en ciertos niveles es muy básica y, así, se permite adquirir mayor contenido de conocimientos. No sé, ciertamente, si es ésta la razón fundamental para promover este método pero lo cierto es que sí puede haber ventajas que lo hagan útil más allá de los inconvenientes que algunos consideran, como la menor socialización. 

Enriquecer el capital intelectual de las personas puede hacerse desde bien temprano y en el caso de los superdotados es una auténtica necesidad porque ellos mismos lo piden. Hay otras oportunidades para socializar con niños de la misma edad: actividades deportivas u otras que se desarrollen en la comunidad… El colegio no es el único lugar para convivir y quienes puedan permitirse educar a un hijo en casa deberían aprovecharlo. Además, es una auténtico placer disfrutar viendo que alguien aprende con las ganas y la facilidad de un superdotado.