A través del espejo

Vamos a empezar una semana más con nuestras noticias curiosas:

La primera de hoy dice que La Meditación Fortalece el Cerebro

Es una noticia del Boletín de ciencia y tecnología, que recoge los resultados de un grupo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles y responde a la cuestión de qué puede hacer alguien para desarrollar un cerebro más grande. La respuesta es: Meditar. El estudio ha demostrado que quienes practican la meditación tienen ciertas regiones del cerebro más grandes. Específicamente, los meditadores mostraron volúmenes significativamente mayores en el hipocampo y en áreas dentro de la corteza órbito-frontal, el tálamo y el giro temporal inferior, regiones todas ellas conocidas como reguladoras de las emociones.

Eileen Luders explica que: «Sabemos que las personas que meditan regularmente tienen una habilidad singular para cultivar las emociones positivas, mantener la estabilidad emocional y comportarse de manera cuidadosa» La investigación ha confirmado, pues, los aspectos beneficiosos de la meditación. Además de poder concentrarse mejor y controlar con mayor eficacia sus emociones, muchas personas que meditan regularmente tienen niveles de estrés por debajo de lo normal y un sistema inmunitario más fuerte. Hasta ahora se sabía poco acerca de la relación entre la meditación y la estructura del cerebro.

Lo que no sabemos todavía , y requerirá estudios posteriores, es en qué consisten exactamente en el ámbito microscópico cerebral las mejoras: un mayor número de neuronas, un mayor tamaño de éstas o un patrón de «interconexión» particular, que los meditadores pueden desarrollar y las otras personas no. Así que, de momento, nos quedaremos con la incógnita.

Y vamos con una serie de noticias de la web www.neuromente.com. La primera nos dice que: El movimiento físico de una persona puede ayudarla a pensar con más eficacia.

Se trata del resultado de un estudio realizado por el profesor de psicología Alejandro Lleras de la Universidad de Illinois y la investigadora Laura Thomas de la Universidad Vanderbilt, que ha demostrado que más allá del movimiento de los dedos de las manos al hacer cálculos aritméticos, el cerebro puede valerse de movimientos corporales para comprender y resolver problemas complejos. Curioso, ¿no? Parece, pues, que la habilidad para resolver problemas puede estar influenciada por cómo nos movemos. 

No voy a explicar en qué consistió el experimento pero sí que los investigadores han dicho que incluso después de resolver satisfactoriamente el problema que se les había planteado, casi ninguno de los participantes se dio cuenta de la conexión entre la actividad física realizada y la solución que encontraron.

Explica Alejandro Lleras que: «Las personas tienden a pensar que sus mentes viven en sus cerebros, manejando abstracciones conceptuales, muy desconectadas del cuerpo» y que «esta vía de investigación es fascinante debido a que está demostrando cómo el cuerpo es parte de la mente. La forma en que alguien piensa está afectada por su cuerpo y, de hecho, podemos utilizar nuestro cuerpo para que nos ayude a pensar». Así que habrá que tenerlo en cuenta.
Otra noticia nos dice que: Algunos recuerdos de corto plazo desaparecen abruptamente y no de modo paulatino.

El cerebro humano guarda algunos tipos de recuerdos para toda la vida. Pero también tenemos recuerdos a corto plazo que siempre hemos pensado que no desaparecen de repente sino que se hacen gradualmente más imprecisos en el transcurso de varios segundos. Sin embargo, ahora Weiwei Zhang y Steve Luck, ambos del Centro para la Mente y el Cerebro, que depende de la Universidad de California en Davis, han encontrado evidencias de lo contrario.

Sus sujetos de estudio retuvieron los recuerdos temporales del color o la forma de un objeto durante por lo menos cuatro segundos. Después de eso, los recuerdos empezaron a titilar aunque manteniéndose bastante precisos, y de repente desaparecieron.

En los experimentos de memorización con voluntarios, Zhang y Luck han comprobado que los sujetos conservan el recuerdo en cuestión o carecen de él, sin estados intermedios, y la probabilidad de tenerlo disminuye transcurridos entre cuatro y diez segundos. Los recuerdos no desaparecen gradualmente.

Parece, pues, que los recuerdos no son como las luces que se hacen progresivamente más débiles a medida que nos alejamos. Son más bien como un ordenador portátil o un móvil que continúa trabajando hasta que de repente se apaga

Vamos a ver otra noticia interesante, que nos habla del insospechado componente subconsciente de las decisiones conscientes:

Varios segundos antes de que tomemos de forma consciente una decisión, la llegada de la misma puede predecirse a partir de la actividad inconsciente del cerebro.

Se trata de un estudio llevado a cabo por científicos del Instituto Max Planck  en Leipzig. Los investigadores han utilizado un escáner cerebral para investigar qué sucede en el cerebro humano justo en el momento antes de tomar una decisión.

Muchos procesos cerebrales se realizan de forma automática y sin nuestra intervención consciente. Pero cuando se trata de tomar decisiones, solemos asumir que son tomadas por nuestra mente consciente. y esto es lo que se cuestiona con los descubrimientos hechos en este estudio, en el que los participantes podían decidir libremente si presionar un botón con su mano izquierda o con la derecha. El objetivo del experimento era averiguar qué sucede en el cerebro en el lapso de tiempo inmediatamente previo a cuando la persona siente que acaba de tomar la decisión.

Los investigadores han descubierto que es posible predecir mediante señales cerebrales qué opción elegirían los participantes, 7 segundos antes de que tomaran su decisión de forma consciente.

Realmente, poder predecir las decisiones antes de que sean tomadas, es un logro científico asombroso.

Y la última noticia de hoy tiene que ver con La percepción del paso del tiempo en los animales
Si nos paramos a pensar que los perros  parecen igualmente felices de ver a sus dueños pasados cinco minutos o cinco horas sin importar cuánto tiempo haya transcurrido, nos tenemos que plantear si las mascotas tienen la misma noción del paso del tiempo que la que poseemos los humanos

A bote pronto diremos que no y así una nueva investigación con ratas realizada en la Universidad de Ontario Occidental demuestra que La única percepción que las ratas logran usar con éxito es la de cuánto tiempo hace, en concreto desde que encontraron el alimento.

Esto sugiere que el equivalente a la memoria episódica en las ratas es cualitativamente diferente a la memora episódica humana, la que involucra la retención del punto del pasado en que un evento ocurrió.

Las ratas recuerdan si ellas hicieron algo. A medida que transcurre mayor tiempo, este recuerdo se va debilitando. y, responden de manera diferente en dependencia de cuánto tiempo ha transcurrido desde que el evento en cuestión ocurrió. Sin embargo, no recuerdan que el evento haya sucedido en un momento específico, preciso, del pasado, o sea que no tienen memoria episódica  Pensaremos, pues, que lo mismo les ocurre a los demás animalitos.