A través del espejo

Nuestra primera noticia curiosa nos habla de Vacaciones para ositos de peluche

En tiempos de crisis continúan floreciendo los negocios delirantes. Uno que se lleva la palma es Teddy Tours Lapland Oy. Ofrecen un servicio de lo más desconcertante: vacaciones en el norte de Finlandia para mascotas de peluche.

Leyendo el folleto comprobamos que en el mundo de los ositos también existen clases sociales. Por eso ofrecen dos packs diferenciados: estándar (110 euros) y de lujo (170).

El primero incluye visita a Santa Claus, un paseo “con guía profesional” por la ciudad Rovaniemi (Finlandia) y una sesión de fotos de la escapada para enseñar a sus dueños cuando vuelva a casa.

La opción “deluxe” da derecho a safari en moto de nieve y a visitar la granja de renos de Papa Noel. En vez de las fotos te mandan un reportaje filmado. El osito también disfruta de una excursión relajante donde “tomará chocolate caliente junto a una hoguera”.

La empresa advierte en su web que «la personas o mascotas vivas no pueden participar de estos viajes». De momento, Teddy Tours sólo opera en invierno, pero quieren expandirse al mercado veraniego.

Teddy Tours ha puesto en marcha una iniciativa pionera, que abre un nuevo campo comercial: el turismo para seres inanimados. Una versión lucrativa de los viajes por el mundo de aquel enanito de jardín de en la película “Amélie” (2001).

¿Otro precedente? En algunos países anglosajones son tradición los picnics con osos de peluches, donde los niños salen al campo con sus muñecos y les ponen platos jugando a que comen junto a ellos.

La mayoría de medios de comunicación del mundo han recibido la noticia con sorpresa, Webs como CNN Expansión o Panorama Diario califican el servicio de “insólito”.

En todo caso, esta información que puso a circular la agencia Reuters ha sido colgada en portales de noticias de todo el planeta, donde lectores y redactores se mostraban divertidos y asombrados.

En la sección de “comentarios” de Tryp Advisor un británico recomendaba a los ositos bares para ligar en Helsinki.

Otro lector bromista del “Pretoria Times” preguntaba “¿Habéis visto alguna vez un oso de peluche con ojeras? El mío trabaja poco y no estoy seguro de cuándo necesita desconectar ”.

Otra noticia curiosa nos dice: Y si el tren no para… ¿Cómo nos montamos?

Suena a fantasía, pero en China han ideado un sistema de trenes de alta velocidad que permite no detenerse en las paradas para recoger y dejar pasajeros. ¿Cuál es la fórmula mágica?

Un par de plataformas móviles, no muy distintas a los vagones, que irían situadas en la parte superior del tren. ¿Cómo funciona el invento? Pocos metros antes de llegar a cada estación el AVE tendría que decelerar para “enganchar” una plataforma desde la que los pasajeros se introducirían en el tren.

Los que deseen apearse deberán embarcar en otra plataforma, que se va deslizando hasta la vía.

La idea la ha planteado el diseñador Chen Jianjun. Todavía no está en fase de producción: falta estudiar el desarrollo de las plataformas y los vagones de acceso, ya sea fabricándolos nuevos o modificando los existentes. Sin embargo, todo parece indicar que así serán los trenes del futuro.

Para crearlos, Jianjun tomó como objeto de estudio el viaje entre Pekín y Guangzhou (2.475 kilómetros), que actualmente cuenta con treinta paradas. El tiempo medio de detención en este trayecto es de cinco minutos por estación, lo que suma dos horas y media por cada recorrido. Justo lo que podría ahorrarse gracias a su ingenio.

Además de ganar tiempo, también se suavizaría el desgaste de ciertas piezas. Otra cosa es que el sistema salga rentable comparado con el coste de fabricar las plataformas, adaptar las estaciones y reformar los trenes existentes.

La idea se considera un ejemplo de pensamiento lateral. Este es un concepto descrito por Edward De Bono, renombrado político, escritor y psicólogo nacido en Malta. En su libro New Think: The Use of Lateral Thinking (1967) habla de abrir vías que permitan la resolución de problemas de una manera indirecta y con un enfoque creativo.

Se trata de buscar una salida mediante métodos no ortodoxos, que normalmente serían ignorados por el pensamiento lógico. En este caso, en vez de empeñarse en aumentar la velocidad, también podemos ganar eficacia reduciendo las paradas. Ahora falta saber si veremos este chisme funcionando algún días.

Y otra noticia curiosa nos habla de un atraco de película: 

Lo que a priori parecía un blanco fácil para tres atracadores, terminó en sorpresa y de las buenas. Cuando unos asaltantes vieron a un joven y solitario estudiante de medicina sentado en el tren a altas horas de la noche, vieron la luz. Le siguieron fuera del tren, por la calle Bringelly, en el barrio de Kingswood, al este de Sydney.

Los tres hombres le pidieron la cartera y, cuando este se negó, comenzaron a pegarle. Lo que no se esperaban ni los atracadores ni el joven alemán de 27 años es que hicieran aparición un grupo de ninjas para defender a la víctima.

Para mala fortuna de los asaltantes, la paliza se estaba produciendo en un callejón cercano a la escuela Ninja Senshi Ryu. Y todo gracias a que uno de los profesores vio el ataque y avisó a los estudiantes que, ataviados con la vestimenta ninja, acudieron a enfrentarse a los atracadores.

«Deberías haber visto sus caras cuando nos vieron con nuestra ropa corriendo hacia ellos», dijo el maestro ninja Kaylan Soto. «Probablemente fue el peor lugar de Sydney para atracarle», dijo otro de los ninjas, Steve Ashley