Una semana rara:
Posted on octubre 13th, 2013 by henriettaPosted in Sin categoría | No Comments »
Que a todos nos pasan cosas raras es algo habitual. Que a algunos nos pasan más cosas raras que a los demás o más extrañas, también. Que algunas de esas cosas extrañas nos ocurran de golpe, pues hay que asumirlo y punto. Esta ha sido una de esas semanas; hace unas noches me desperté después de un accidente aeronáutico en el que el único que falleció fue un cliente al que había conocido el día anterior. Está claro que mi subconsciente hace horas extra. Suelo quedarme con el nombre y aspecto de quienes son guapos pero no es el caso. Algo tuvo que llamarme la atención de él ya que después de haber estado en la notaría con él y su esposa 45 minutos, ya lo había matado en sueños. En fin, al día siguiente vinieron a darme las gracias así que pude comprobar que los sueños son sueños y la realidad se escribe aparte… Sin embargo, esto no es lo único extraño de la semana, faltaría más que sólo ocurriese una única rareza. A mi abuela la ha visitado un supuesto cura; hay que ver, sería un ladrón disfrazado de sacerdote? pues posible… Anoche, teatro… bonito, como Woody Allen sabe hacer. El nombre? Algo de central park? Ni NY ni Manhattan sino Central Park. La historia para qué explicarla? en la línea de Woody, líos de parejas con un final estrambótico, tal vez sacado de su propia realidad y qué conste que lejos de admirar su persona, que no, me río con algunas de sus disparatas historias pero realmente a él no me gustaría conocerlo ni de lejos… Por lo demás, seguro que algo se me olvida… ah sí, claro, esta semana me he vuelto a dar cuenta de lo a menudo que me ocurre estar involuntariamente en el corazón de personas, que a mí me importan un rábano. Será una maldición? La verdad es que entre las cosas raras que me suelen ocurrir ésta se encuentra a la cabeza. En fin, me temo que en el despacho ya se han dado cuenta y por mucho que intente disimular, es algo real y soy consciente que a veces pierdo más tiempo intentando quitarme a plastas de encima que el que dedico a quien sí de verdad está en mi corazón, menos mal que él no lo sabe ni lee este blog :-).