A través del espejo :: Blog literario… y más

A través del espejo

Aprender a relajarse:

Posted on noviembre 22nd, 2007 by henrietta
Posted in Columnas | No Comments »

A menudo, la gente se queja del estrés que supone la rutina diaria. Es evidente que estresarse es nocivo y, sin embargo, lo difícil es aprender a vivir relajado.
 
No faltan técnicas corporales -masajes, sesiones en el gimnasio…-, simples paseos y, en general, cualquier práctica deportiva que ayudan a sentirse mejor. No obstante, siempre hay quien se queja de no tener tiempo para dedicarse a sí mismo. Lo cierto es que el día no tiene más que 24 horas y puede parecer poco para asumir todas las responsabilidades cotidianas pero, al menos, hay que intentar encontrar algún modo de descargar la tensión que, inconscientemente, acumulamos.
 
También hay personas poco deportistas para quienes no faltan soluciones, por supuesto. Una buena idea puede ser dedicarse a la jardinería o, en general, cualquier otro hobby, como puede ser, por ejemplo, hacer punto de cruz. Esto puede parecer más propio de señoras pero me atrevo a creer que también habrá alguien del sexo masculino que lo disfrute y más teniendo en cuenta que hay una tendencia a que los padres adopten roles tradicionalmente considerados como femeninos.
 
Otro buen modo de relajarse es mantener una conversación. Se supone que charlar habitualmente con otras personas no sólo relaja sino que también favorece la memoria. No me estoy refiriendo a los diálogos de besugos que podemos tener durante el día sino a una animada charla ante un café, por ejemplo.
  
Para quienes realmente no encuentran ni un minuto para dedicarse, puede ser una buena estrategia escuchar música en el coche durante las rutinas diarias de desplazarse de un sitio a otro. Reconozco que es mi práctica favorita aunque, en ocasiones, es tan relajante que puedes hasta olvidarte que estás conduciendo y esto último es algo peligroso. Dependerá, en todo caso, de la facilidad de cada uno para concentrarse en lo que está haciendo o de irse por las nubes.
 
Por último, para quienes no puedan relajarse de otro modo queda la opción de viajar, que puede ser más dolorosa para el bolsillo, pero siempre es un placer.

Leave a Reply

Name

Mail (never published)

Website