Cambios sociales:
Posted on noviembre 30th, 2007 by henriettaPosted in Columnas | No Comments »
Será que últimamente tengo más tiempo para leer y contrastar opiniones o, simplemente, tengo la increible puntería de encontrarme la misma noticia día tras otro en la prensa, la televisión… Sea cual sea la causa, lo cierto es que se insiste, desde diversos medios de comunicación, en un hecho que se empieza a constatar y que se verá más claramente a medio y largo plazo.
No es ninguna novedad que cada generación tiene que vivir unas circunstancias propias que difieren de la anterior y, lógicamente, de las que le sigan. Hoy, se oye hablar insistentemente del exceso de cualificación que ha provocado la asistencia masiva a las universidades de la generación del «baby-boom». Esto ha dado lugar a que el mundo laboral no pueda acoger a todos aquellos que, en breve tiempo, han accedido al mismo sin haber previsto antes la discordancia que existe entre la oferta universitaria en nuestro país y la demanda laboral que los titulados encontramos cuando dejamos atrás las aulas.
Esta circunstancia, que podría ser más o menos anecdótica, será, sin embargo, la causa, según señalan diversos estudios, del principio del fin de la numerosa clase media que existe actualmente en España. No estoy, evidentemente, descubriendo nada nuevo ya que podemos encontrar información al respecto desde diversos ámbitos: sociológico, laboral… No obstante, no deja de ser sorprendente pensar que, efectivamente, el hecho de que sólo algunos puedan obtener un reconocimiento a su formación que les permita disfrutar de una mejor posición social y económica tiene su contrapartida en que muchos difícilmente van a poder llegar a esta situación y, al contrario, tendrán que aprender, poco a poco, a asumir que lo que conocemos como clase media desaparece, sustituída por una creciente parte de la población, los más jóvenes, que lejos de ver cumplidas sus expectativas, ven como cada vez es más difícil obtener hoy lo que antes era habitual sin necesidad de formación universitaria.
Detener esta evolución en la que estamos inmersos es absolutamente imposible. La sociedad acabará polarizándose en dos grupos: personas acomodadas, las que ya existen a las que se añadirá parte de la actual clase media, y un creciente número de personas, no sólo inmigrantes, obligadas a acostumbrarse a vivir en peores condiciones de las que, inicialmente, hubiesen podido imaginar. Y es que la evolución no consiste siempre en ser mejor sino en ser diferente.