César Franck:
Posted on marzo 5th, 2010 by henriettaPosted in Un poco de todo | No Comments »
César Franck fue un compositor y organista francés, de origen belga. Nació en Lieja en 1822 y falleció en París, en 1890.
Su padre intentó por todos los medios convertir a sus hijos César y Joseph en artistas de renombre.
Desde muy pronto impuso el aprendizaje del piano al mayor de ellos y del violín al menor, sometiéndolos a largas horas de práctica. César entró a temprana edad en el Conservatorio de Lieja, asistiendo a clases de piano y de solfeo. Sus progresos eran rápidos gracias a su sorprendente memoria y a un oído muy fino. En 1833, inició estudios de armonía. Al año siguiente, su padre logró que tocara ante el rey Leopoldo I de Bélgica. Sólo tenía 12 años. La familia se instaló en París.
Sin embargo, el conservatorio de esta ciudad no permitía el acceso de extranjeros, por lo que tuvieron que solicitar la nacionalidad francesa. Obtenida la nacionalidad, César ingresó en el Conservatorio de París a los catorce años.
Los éxitos le abrieron nuevos horizontes, permitiéndole dar nuevos conciertos. Su padre logró introducirlo en diversos círculos privados.
A los 24 años, César Franck empieza a dar clases en un pensionado de París. Entre sus alumnas había una que atraía visiblemente su interés: Eugénie-Félicité Jaillot-Desmousseaux, hija de unos actores de la Comédie Française, con quien se casa en 1848.
Durante veinte años, el músico llevaría una vida de pequeño burgués en la que los problemas del vivir cotidiano eran los únicos acontecimientos hasta que Un inesperado acontecimiento iba a cambiar esa vida gris. En 1853, su amigo el abbé Dancel le ofrece el puesto de organista en su iglesia de Saint-Jean y Saint-François du Marais.
En 1858 Franck se convierte en organista de la iglesia de Sainte-Clotilde. Ésta será su ocupación hasta el fin de sus días. En 1864, compone su compendio de Seis piezas para órgano.
En 1872 es nombrado profesor de órgano en el Conservatorio. Se inicia entonces el período en que ven la luz sus grandes obras maestras como su oratorio Les beatitudes.
Franck se asoció a la célebre Société Nationale de Musique, en cuyas salas se estrenarían la mayor parte de las obras que Franck compuso: El cazador maldito; el Preludio, coral y fuga y Los Djinns; las Variaciones sinfónicas; la Sonata para violín y piano, Preludio, aria y final; Psyché y la Sinfonía en re menor; el Cuarteto de cuerdas…