Del individualismo:
Posted on mayo 2nd, 2008 by henriettaPosted in Columnas | No Comments »
Hay quien se queja de que las personas actualmente somos muy individualistas.
A mí, me da la sensación que no es, en absoluto, negativo si se sabe aprovechar esta cualidad. Ser consciente de que cada persona es diferente de los demás puede servir no sólo para autoafirmarse sino también para respetar a los demás en su individualidad.
Sin embargo, sí podemos encontrar un aspecto negativo y es la dificultad para defender los intereses colectivos. Hay países que tienen una tradición asociativa que no tenemos los países latinos, en general. A nosotros, todavía nos queda mucho camino por recorrer. De todos modos, parece que cada vez somos más conscientes que encontrar personas con nuestros mismos intereses, sean del tipo que sean, puede ser útil no sólo por el hecho de poder compartir con ellos puntos de vista sino principalmente con el objetivo de obtener colectivamente lo que no podemos lograr como individuos.
No obstante, será por este espíritu tan «independiente» que, incluso en el seno de cualquier asociación, pueden surgir personas empeñadas en hacerse notar. No es necesario ser un «trepa» para lograr una posición destacada de cualquier organización sino simplemente tener capacidad de liderazgo y un poco de mano izquierda para convencer a los demás de que lo que uno defiende es lo mejor. Pero, parece que no todos opinan del mismo modo.
Casualmente, he visto dos situaciones prácticamente idénticas en dos asociaciones distintas de las que formo parte, que me han llevado a pensar que quien quiere destacar a toda costa pisando a los demás, normalmente tiene que irse por la puerta de atrás intentando hacer el mínimo ruído posible. Desde mi punto de vista, es un ejemplo más de que nos falta mucha tradición asociativa para llegar al nivel de otros países.
Así, a pesar de formar parte de un colectivo hay quien se empeña en mostrar su individualidad sabiendo que no puede obtener el respaldo de los demás, con ánimo de boicotear, por envidia… Me parece sinceramente increíble porque lo único que se puede lograr, en definitiva, es el desprecio de la mayoría. Allá cada uno con su individualismo.