A través del espejo :: Blog literario… y más

A través del espejo

Engaños y mentiras:

Posted on octubre 7th, 2008 by henrietta
Posted in Columnas | No Comments »

Habitualmente pensamos en la hipocresía como un defecto del ser humano. Sin embargo, empiezo a pensar que puede tener ciertas ventajas en determinadas relaciones sociales. Así, es evidente que existe cierta utilidad en saber ocultar los sentimientos propios, especialmente ante alguien que no nos es especialmente simpático. No obstante, es también cierto que quienes somos demasiado transparentes no podemos pretender ser de otro modo porque al no ser un comportamiento natural, no sabemos adoptarlo.
 
Por otra parte, podemos pensar que, en el ámbito laboral, también puede ser práctico no tener ningún dilema ético entre mentir o engañar abiertamente, o de manera más o menos encubierta, y lo que consideramos debería ser correcto, es decir, un comportamiento honesto.
 
De todos modos, no nos engañemos: la honestidad no es un valor en alza. Al contrario, parece que en todos los ámbitos es necesario, por el puro instinto de supervivencia, adoptar una actitud que nos permita engañar, de una manera más o menos sutil, sin ser descubiertos. Las dificultades vienen cuando quien debe obrar de este modo -por políticas de empresa, por ejemplo- se plantea que esta actitud de engaño a los clientes no es coherente con sus principios. No es de extrañar que, en algún caso, haya quien se permita dejar su empleo y poner tierra de por medio. Sin embargo, no siempre es posible actuar de este modo y, entonces, hay que actuar de manera coherente con las directrices fijadas aunque ello signifique ir en contra de los propios principios. No pocos se habrán planteado este dilema ético en algún momento de sus carreras y diría que no es bueno llegar a este conflicto entre lo que se debe hacer y lo que se debería estar haciendo por suponer una situación de crisis personal.
 
Hay ámbitos laborales que se prestan, en más o en menos, a este tipo de actitudes engañosas, o de medias verdades, que pueden llegar a plantear serias dificultades, si se llega a ciertos extremos. Uno de los pocos campos en el que somos libres para engañar a quien queramos es el de las artes escénicas donde actores y actrices viven, precisamente, de actuar, adoptando un rol que puede alejarse completamente de su verdadera personalidad y en tal caso, sí, realmente puede valorarse esta habilidad. No obstante, fuera de este ejemplo, debería ser más coherente actuar conforme a los principios propios aunque es evidente que hay quien brilla por su ausencia pero, en este caso, debe lidiar cada uno con su propia conciencia y autoexaminar si su forma de actuar es o no la correcta.
 
En el fondo, cada uno debería ser juez de sí mismo sin que importe lo que los demás puedan decir o pensar de nosostros. De todos modos, es incluso probable que haya quien vea en la hipocresía una virtud lejos de plantearse cualquier autocrítica por lo que de engaño o mentira pueda representar esta actitud en sus relaciones sociales o profesionales. Personalmente, prefiero dormir tranquila pensando que mi comportamiento es honesto y dejar los engaños y mentiras para quienes puedan o sepan disfrutarlos.
 

Leave a Reply

Name

Mail (never published)

Website