A través del espejo :: Blog literario… y más

A través del espejo

Noticias curiosas CLV:

Posted on abril 12th, 2010 by henrietta
Posted in Un poco de todo | No Comments »

Nuestra primera noticia curiosa, del Boletín de noticias de ciencia y tecnología, nos habla de la Dificultad de Conocerse Bien a Uno Mismo:

 

Todos sabemos que uno mismo no suele ser el mejor juez para autodefinirse como persona, al menos en algunos aspectos de su forma de ser. Un nuevo estudio profundiza ahora en la cuestión.

 

La psicóloga Simine Vazire, de la Universidad de Washington en San Luis, ha comprobado que uno mismo es capaz de evaluar sus pensamientos y sentimientos interiores, o sus posibles rasgos neuróticos como la ansiedad, con mayor precisión que sus amigos, en tanto que estos son mejores para evaluar rasgos relacionados con el intelecto, como la inteligencia y la creatividad. En cuanto a los desconocidos, resulta que son tan expertos como nuestros amigos y nosotros mismos para valorar lo introvertidos o extrovertidos que somos.

 

Cómo nos gustaría ser y cómo somos en realidad, son dos cosas muy diferentes, aunque haya gente que tienda a mezclarlas.

 

La personalidad, dice Vazire, está presente en muchas de las cosas que hacemos, como por ejemplo al elegir la ropa. En todo aquello que hacemos dejamos una huella de nuestra personalidad, a menudo involuntariamente. Toda persona proporciona indicios de su personalidad que ni siquiera ella misma ve.

 

La personalidad se compone de los rasgos subyacentes que gobiernan la conducta. Para poner a prueba el modelo que desarrolló Vazire, ella recurrió a 165 voluntarios a quienes se les encargaron varias tareas. Para obtener una medida objetiva de la conducta, fueron sometidos a una prueba de coeficiente de inteligencia; se les hizo participar en un grupo de discusión sin líder con el fin de ver quien emergía como tal; y pasaron además por una prueba de estrés social. Cada participante también evaluó a miembros del grupo y a sí mismo en un formulario sobre 40 rasgos de la personalidad.

 

El modelo de Vazire predijo correctamente que las autoevaluaciones serían más precisas para las cosas internas, como por ejemplo los pensamientos y sentimientos, la tristeza y la ansiedad, que las evaluaciones de amigos y extraños.

 

En cuanto a las descripciones sobre uno mismo, la dificultad en que sean precisas se da sobre todo en rasgos como la inteligencia, el atractivo y la creatividad. Ello se debe, según Vazire, a que uno es mejor juzgando la inteligencia de los amigos que la propia, porque admitir que nuestros amigos no son brillantes no nos hace sentirnos amenazados, como sí sucede al admitir que no somos brillantes.

 

 

Otra noticia curiosa nos dice: Siente los disparos y puñaladas mientras juegas

 

Pantallas en tres dimensiones, detección de movimientos, sonido envolvente… la tecnología aplicada a la industria del ocio y el entretenimiento avanza a un ritmo vertiginoso. El objetivo final es hacernos sentir como si estuviésemos dentro del mismo juego. Una sensación que no sería posible tan solo engañando a dos sentidos (la vista y el oído) sino que es vital hacernos experimentar sensaciones mediante el tacto.

 

Ese es el propósito de este peculiar chaleco, capaz de hacernos sentir en nuestras carnes punzadas de distinta intensidad cuando nos disparan o nos hieren con un arma blanca en un videojuego. Un prototipo creado para el ejército para que los reclutas experimentasen qué se siente al ser heridos en combate.

 

El chaleco está constituido por una serie de sensores solenoides y pequeños motores capaces de reproducir un golpe en distintas partes del cuerpo. El efecto es bastante convincente, ya que los que lo han probado reconocen que aunque no sufren ningún daño, sí que duele lo suficiente como para lamentarte de haber recibido el impacto.

 

Ahora sólo falta que sean capaces de reproducir el olor a pólvora de las armas de fuego. Entonces podremos afirmar que la sensación de inmersión en el juego es total.

 

Otra noticia curiosa nos habla de Los restaurantes más raros

 

A la hora de salir a comer a todos nos gusta arriesgar un poco, ya sea probando comida exótica o yendo a un local con un ambiente especial. Pero, cuidado, hay experiencias que no son aptas para todos los públicos, como estos cuatro sitios que vamos a ver.

 

El primero es el Menú de infarto: Heart Attack Grill (Estados Unidos)

 

Situado en Arizona, su carta se basa en hamburguesas hipercalóricas con títulos que van desde bypass a cuádruple bypass. En el local no se venden cigarrillos con filtro y las patatas son extra-grasientas. El restaurante incluso tiene un himno tipo blues donde se celebra la adicción que crea la comida basura. ¿El lema de la casa? «Un sabor por el que merece la pena morir».

 

Otro restaurante peculiar es el Modern Toilet (Taiwán)

 

Este establecimiento situado en Taipei está decorado con un tema inusual: los retretes. No encontrarán una sola silla que no tenga forma de váter. Las servilletas son rollos de papel higiénico. No se trata de un local pequeño, obra de un oscuro artista punk. Modern Toilet tiene tres plantas, espacio para cien comensales y lleva ya seis años funcionando a todo trapo.

 

Otro restaurante peculiar se llama Cencio La Parolaccia (Italia)

 

Lleva veinte años funcionando, aunque sólo unos pocos valientes se atreven a cruzar su puerta. Podemos encontrarlo en el Trastevere romano, en mitad de una callejuela desierta y mal iluminada. El menú es típico y los precios módicos, pero aquí la comida es lo de menos. Lo realmente especial es la experiencia de ser insultado y maltratado por actores/camareros desde que entras hasta que sales. Si replicas es peor, ya que ellos son auténticos profesionales, con entrenamiento diario. Uno de sus trucos para clientes difíciles es contestar a coro con todo el personal entonando una canción ofensiva. Mucho ojo con pasarlo bien: si un cliente se ríe de otro le tratan con especial saña.

 

Y el último es un rancho carcelario: Alcatraz (Japón)

 

El decano de los restaurantes temáticos de Tokio. Su apuesta es la comida de hospital y la decoración carcelaria. Estamos en una prisión militar. Al llegar te ponen unas esposas para que te portes bien. Luego sacan una jeringuilla para inyectarte una sustancia en el trasero (bueno, en realidad, fingen que lo hacen). Algo también peculiar son los  cócteles con dientes falsos a modo de hielos. De vez en cuando, el personal abre una celda y la obligación del cliente es salir gritando en silla de ruedas como si intentara escapar. Una juerga.

 

Leave a Reply

Name

Mail (never published)

Website