A través del espejo

Y otra noticia curiosa nos dice: Multan con 3.756 euros a una mujer por alimentar palomas

Una mujer tendrá que pagar 3.756 euros de multa por alimentar a las palomas que revoloteaban alrededor de su edificio, ya que ha sido sancionada por el Ayuntamiento de Málaga al denunciarle sus vecinos por la suciedad que causaban estas aves en la fachada del inmueble del centro histórico de la capital.

Por lo visto, no es la primera vez que la mujer es sancionada por este motivo, aunque no con una multa tan elevada, y la concejala de Medio Ambiente, Araceli González, ha justificado la cantidad en que son ‘actitudes incívicas que no podemos dejar pasar y, menos aún, si se trata de reincidentes’.

Este área municipal ya impuso otra sanción similar por dar de comer a unas aves a las que tratan de reducir mediante el control de su población y una empresa malagueña deberá abonar una multa de la misma cantidad por las deficientes condiciones higiénico-sanitarias en que mantenía un inmueble.

El Consistorio también ha sancionado con multas de 500 a 1.250 euros a cuatro personas por las molestias que causaban los ladridos de sus perros a los vecinos, y ha impuesto 500 euros a un hombre por el ruido de sus gallos. En épocas de crisis, se agudiza el ingenio…

Sanciones de menor cuantía han recaído en 16 personas que, al parecer, no acostumbran a recoger los excrementos de sus mascotas cuando las sacan a pasear por la calle y deben pagar entre 75 y 500 euros, unas multas ‘ejemplarizantes’ que -según la edil- buscan ser un ‘toque de atención para los que no cumplen con las normas’.

Y otra noticia curiosa nos dice que Un ratón abre la cámara acorazada de un banco

Un ratón ha logrado abrir la cámara acorazada donde se guardaban los depósitos en un banco de la ciudad china de Cantón (sur), al pasar accidentalmente por el botón que controlaba su apertura. Varios empleados de la entidad, una sucursal del Banco de Construcción de China, descubrieron por la mañana que la puerta vertical de seguridad estaba completamente abierta, por lo que creyeron que se había producido un robo.

Sin embargo, los operarios se dieron cuenta poco después que no faltaba ni un yuan de la reserva del banco, y que un ratón, enredado entre los cables del sistema antirrobo, consiguió abrir una puerta que en teoría era de alta seguridad.

El incidente ha causado cierta inquietud en la prensa de Cantón, una de las principales ciudades de China, que ha pedido a los bancos que mejoren las medidas de seguridad para evitar que los muchos ratones y gatos que callejean por la urbe puedan volver a dar un susto a los banqueros y sus clientes.    

Y otra noticia  aún más curiosa nos dice que Llaman a un gato a formar parte de un jurado en Boston

Una familia estadounidense se ha encontrado con una extraña sorpresa. Le ha llegado una notificación para que su mascota, un gato llamado Sal, forme parte de un jurado popular.

Guy y Anna Esposito, los dueños de Sal creen saber dónde está el origen del error. Al considerarlo como un miembro más de la familia decidieron inscribirlo en el censo de la localidad donde viven. “Sólo escribí ‘Sal Esposito’, taché «perro» y escribí «gato», explica Anna. Temen que en el registro no entendieran estos cambios y lo inscribieran como un miembro más.

Los propietarios han solicitado la inhabilitación de Sal para ese servicio. Sin embargo, el comisionado ha rechazado esta solicitud.

La fecha del servicio de Sal en el tribunal superior de Suffolk es el 23 de marzo. Anna dijo que si el asunto no está aclarado para entonces, ella simplemente llevará el gato al tribunal.

Otra noticia también curiosa nos dice que Llueven iguanas kamikaze de los árboles de Florida debido a las bajas temperaturas

Un atípico fenómeno está teniendo lugar en estos días de excesivo frío en las calles del cálido estado de Forida. Las iguanas están empezando a caerse de los árboles, inmersas en un profundo sueño en el cual todo su cuerpo se encuentra ‘desactivado’

Y una más: Una mujer tira por error 40.000 euros a la basura

En un intento por poner orden y limpiar su casa para las fiestas de Navidad, una mujer rumana arrojó unas botas viejas sin saber que su marido guardaba en este lugar los ahorros de los últimos años. La familia ha conseguido recuperar 11.000 euros, pero una parte del dinero aún no ha aparecido.

Otra más nos dice que Una mujer fue condenada a llevar un cartel colgado del cuello que dice: «Yo le pegué a un oficial de policía. Estuve mal. Pido disculpas». 

Alexandra Espinosa-Amaya, de 24 años de edad, fue sentenciada a llevar un cartel en el que se disculpa por haber apaleado a un oficial. Ese fue su castigo por golpear al sargento Andrew Brennan del Departamento de Policía de Orlando.

La mujer no está feliz con su castigo. «Es humillante y no me enseña nada. Pero si hace feliz al oficial Brennan y lo hace sentir mejor, está bien, lo haré», se quejó Alexandra. La joven, quien asiste a la Universidad Estatal de Jacksonville, Alabama, deberá además permanecer dos años en libertad condicional, presentar una carta de disculpas y realizar 50 horas de trabajo comunitario en un centro psiquiátrico especializado en control de la ira.

El hecho del que se acusó a la mujer ocurrió el día de su cumpleaños cuando -según el informe policial- ella y su hermana se mostraron hostiles y problemáticas en la entrada de un club nocturno. Cuando el oficial se acercó para pedirles que se retiren lo atacaron a puñetazos y patadas

Y la última de hoy: Preso por masajear churrasco.

Un hombre recibió una condena de diez años de prisión por robar carne de un supermercado. Cuando fue atrapado dijo que sólo estaba «masajeándola». 

Mark Zachary, de 51 años, recibió en Orangeburg, Estados Unidos, la máxima sentencia por hurto en un comercio. Esta severa pena se aplica cuando es al menos la tercera vez. Según el fiscal Glenn Justin en el caso de este señor se trataba de la novena.

Después de dos horas de deliberación por parte del jurado el juez Judge James los instó a dar un veredicto de una vez o procedería a reemplazar al jurado. Los responsables sin embargo debatieron todavía dos horas más y dieron a conocer la condena: 10 años de prisión efectiva.

El incidente que le valió semejante castigo ocurrió cuando Zachary tomó 80 dólares en carne y la escondió bajo su ropa. Un empleado notó el recipiente vacío, a la vez que el abultado vientre del cliente. El encargado del local -alertado por el vendedor- instó al hombre a mostrar lo que llevaba bajo su camisa. Ante esta situación Zachary salió corriendo sólo para toparse de frente con Kevin Dukes, un policía fuera de servicio que entraba en la tienda en ese momento.

Atrapado de esta manera el hombre atinó a explicar su actitud diciendo que no estaba robando la carne, que sólo la estaba masajeando