A través del espejo

Vamos a ver nuestra primera noticia curiosa de hoy: Una mezcla de boxer se corona como «el perro más feo del mundo»

Se trata de «Pabst», una mezcla de boxer que se ha coronado como el «Perro más feo del mundo» en el concurso organizado por la feria Marin-Sonoma, que se efectúa en el norte de California, en Estados Unidos. El animal ha roto todos los esquemas, ya que en los últimos años se habían impuesto los tradicionales canes chinos sin pelos.

Pabst es un perro ante todo curioso. Este perro de rostro amenazador fue rescatado por su actual dueño de un refugio. Una suerte, teniendo en cuenta que, gracias a su ‘fealdad’, su amo ha conseguido 1.600 dólares de premio, suministros gratuitos para la mascota y un contrato de un año para que el can sirva de modelo. Pabst tiene los dientes de la mandíbula inferior que sobresalen de su hocico, una gran cicatriz en el estómago y sus uñas crecen en todas direcciones.

En la categoría del «perro más feo con pedrigree», la ganadora fue «Miss Ellie» de la raza Crested sin pelo. Tiene ni más ni menos que 15 años, sólo le quedan un par de dientes , padece de cataratas en los dos ojos y cuenta con varios lunares y granitos.
 
Y otra noticia curiosa: Una mujer se cuelga con ganchos en la piel en defensa de los tiburones

Una joven se colgó con ganchos en la piel en una tienda de cosméticos en París, para ilustrar una campaña para poner fin a la matanza de tiburones en el mundo, según AFP.
 
Alice Newstead, que así se llama la señora, es artista y ex empleada en el grupo de cosméticos Lush, se perforó la piel sobre los omoplatos mediante dos gruesos anzuelos para tiburones y se ató los pies para permanecer colgada horizontalmente, en la tienda Lush al sur de París.

La mujer, de unos treinta años, permaneció así en la vitrina durante más de un cuarto de hora, con las manos juntas y con la piel tensa y sanguinolenta, para simbolizar un tiburón colgado.

El grupo Lush Cosmetiques se integró a la organización de defensa del medio ambiente Sea Shepherd, en la campaña destinada a impedir la pesca excesiva de los tiburones.

Unos 100 millones de tiburones son cazados cada año, y numerosas especies han visto disminuir su población en más de un 80% en las últimas décadas, según diversas ONG, ya que son muy apreciados por sus aletas, su carne, sus cartílagos y su aceite.

Y ahora otra noticia curiosa: Conejo adicto a las telenovelas: 

Un conejo disfruta tanto las telenovelas que si su dueña intenta cambiar el canal la ataca.

Esto ocurre en Xiamen, Corea del Sur, donde todas las noches a las diez, un conejo se sube al sofá de la sala. Es la hora de su programa favorito: Señorita Sirena. Según el Sr. Jiang su esposa malcrió a su mascota. «Si accidentalmente cambiamos el canal el animal hace una rabieta atacándonos y mordiendo el almohadón del sillón”.
«El animal no se calma hasta que ponen de nuevo la novela», según Jiang.
 
La coneja cada noche se ubica en medio de la pareja a esperar el inicio de su programa y tampoco acepta que la cambien de lugar. «Es muy terca y malcriada» y según explican además están preocupados por su sobrepeso (6 kilos) y están pensando en ponerla a dieta.

Y otra no menos curiosa: El fuego se apagó con el control remoto.

Un escuadrón de bomberos atendió un llamado de emergencia sólo para descubrir que el fuego se podía apagar tocando un botón.

Ha ocurrido en Suiza donde los bomberos han encontrado una nueva herramienta para combatir los incendios: el control remoto de la tele. O al menos así resultó cuando acudieron al pedido de auxilio de una mujer.

Según consta en el informe de las autoridades de Zurich la policía y los bomberos acudieron al socorro de una señora mayor que denunció que su departamento estaba en llamas. Puntualmente, explicó que era el aparato de televisión el que se había prendido fuego.

Sin embargo, cuando llegaron al lugar no vieron signos de humo o fuego. Lo que sí encontraron fue el aparato de televisión sintonizado en una señal que transmite constantemente la imagen de un hogar encendido para las personas –que no teniendo chimenea- lo encuentran acogedor o romántico.

«El fuego se pudo extinguir con sólo presionar un botón «, dice el informe policial

Y otra más: Recién casados comerán muchas tostadas.

Una pareja recibió de regalo por su casamiento nada menos que 24 tostadoras

Al parecer, los invitados a la boda de Claire y Stuart Linley, no tienen mucha imaginación. Cuando la pareja fue a ver los regalos que recibieron de los 160 invitados a la fiesta notaron que muchas de las cajas tenían la misma forma y tamaño.

«Cuando vimos los presentes pensamos que era bastante extraño y cuando empezamos a abrirlos era tostadora, tras tostadora, tras tostadora», relató Claire, de 31 años. «Casi todas eran de la misma tienda así que cuando las llevamos para devolver los empleados no podían parar de reírse. ¡Y cuando llegamos a casa comimos tostadas!»

Según se supo después Stuart, electricista de 31 años, le había dicho a sus compañeros de trabajo que prefería que le regalen dinero porque no quería terminar «con un millón de tostadoras». Esto inspiró a uno de sus amigos a tramar la broma y convencer a todos de que compraran tostadoras.

Y nuestra última noticia curiosa de hoy: La fábula del chihuahua y el caballo.

Un perro chihuahua se recupera asombrosamente del pisotón de su mejor amigo: un caballo de 900 kilos.

Little Berry, una minúscula perrita, estaba jugando con Leroy, un importante caballo Clydesale, cuando accidentalmente el equino pisó a su compañero de juegos. El dueño de los animales, Abbey Newton de Geelong, Australia, explicó que Leroy dio un paso para atrás aplastándole la cabeza a la perra.

«Se escuchó un horrible sonido de alarido agudo. Fue terrible», agregó Abbey quien después del accidente tomó al perro y lo llevó al veterinario. Allí le ofrecieron darle una inyección letal para evitarle el sufrimiento pero el dueño prefirió llevar a su mascota para que muriera en su casa, acompañada de sus seres queridos.
Pensó que moriría durante la noche, pero a la mañana siguiente increíblemente estaba recuperada. «Hasta le comió el desayuno a los otros perros», bromeó Abbey