A través del espejo

Ayer me ocurrió una cosa rara a la vuelta de Suiza. De esas que preferirías que no ocurriesen o al menos no delante tuya. En el avión se sentó una niña a nuestro lado. La habían dejado en el aeropuerto sin ni un euro y tenía que llegar a donde estaban los padres de una amiga que la habían invitado a pasar las vacaciones con ellos en un yate. ¿Cómo puede un padre mandar a una hija de vacaciones sin ni un euro encima? Una cosa es ser despistado y otra ser un irresponsable de mucho cuidado. En fin… le dejamos dinero para el bus, al menos para llegar hasta el barco. Lo que haya ocurrido después lo ignoro pero será una experiencia que recordaré por la sensación de vergüenza ajena que experimenté.

En cuanto al viaje, estupendísimamente estupendo. Zürich es una ciudad genial y Berna creo que aún más. De Zürich destacaría el silencio, el orden y sobre todo lo bien que lo pasas con las actividades que se organizan en el EMAG. De Berna, todo; es una ciudad, como me habían dicho, de cuento de hadas. Edificios preciosos en uno de los lugares más cuidados que he visto en mi vida. Todo verde y limpísimo. En fin, una maravilla… ahora ya toca pensar en el próximo: Berlín. Habrá que esperar de momento pero qué dulce es esta espera.

A pocos días de irme de vacaciones si todo sale según lo previsto, estoy poco escribiente. Será el calor, la pereza, de todo un poco… Lo que sí estoy es muy lectora. La última elección fue El don, muy criticado por algunos autores por poco detallado -será solidaridad que siento porque ésa puede ser una crítica también a mi querida novela, que espero acabar pronto… o será simplemente que paso de críticas- generic name for cialis. Sea cualquiera la causa, lo cierto es que a mí me ha gustado, salvo el final, esa equiparación entre alta capacidad-locura no tiene porque ser siempre cierta. Que puede serlo, sí, igual que puede ser lo contrario. Ni más ni menos.
De todos modos, no ha sido éste el único libro que ha salido de la larga cola de pendientes. También he leído uno muy divertido: El despertar de la señorita Prim. No pasará a la historia de la literatura pero entretenido lo ha sido un rato.
El resto siguen en la lista de pendientes, como Evelyn, de Frances Burney, delicioso.
A Suiza se viene conmigo Nido de nobles, de Turguénev. Veremos si lo acabo o pasa a engrosar la lista de pendientes. Solución, a la vuelta y mientras a seguir luchando pacíficamente contra el calor.

Esta mañana leía en las noticias que habían encontrado un joven ruso ahogado en la playa. ¿Por qué será? Hay quien no sabe ir de vacaciones. Está claro.
Ahora mismo acabo de leer que los pobres pasajeros de un boeing 777 habrán fallecido alcanzados por un misil en Ucrania. No me extraña que los rusos estén asustados y los ucranianos supongo que aún más. Estos países ni aprenden ni aprenderán y luego quién paga el pato…
Y yo que lo único que deseo es pasar unas vacaciones en paz…
He hecho un nuevo amigo. Después de haber perdido a uno a principios de año… Parece que la vida a veces se recoloca. Sigo pensando que Dios existe aunque, a veces, ocurran cosas que nos hagan dudar de la bondad de lo que pasa a nuestro alrededor.
Espero tener tiempo de escribir antes de irme de vacaciones. ¡Feliz canícula!

¿Por fin? ¿Qué puede venir después? Por fin es viernes, por ejemplo… por fin tengo tiempo de sentarme a escribir… otra posibilidad. Por fin me doy cuenta que sigue como borrador un texto que escribí hace casi un mes…
Lástima de tiempo escaso siempre; en estos días he hecho multitud de cosas, para variar pero siempre menos de las que querría. También para variar…
En el listado parto de que Henrietta ya está casi lista para ser leída y sí, por fin le he puesto Henrietta a un persona de ficción. ¡Qué ganas de tener el libro en mis manos pero aún tendrá que esperar tal vez un par de meses! Todo llegará.
El verano va bien; a tope de lecturas interesantes; a tope de viajeros de paso, que hacen más ameno este tiempo; a tope de sueño, también para variar y cada vez siendo más consciente que hacerse mayor es una enfermedad que no tiene remedio. Cada día un despiste más pero con humor, al menos de momento.
Pensamientos varios pululan por mi mente con ganas de pisarse unos a otros, así consigo olvidar en 5 minutos lo que me ha costado una semana o más recordar. Ejemplo, este domingo tengo que felicitar un cumpleaños. ¿Me acordaré? Respuesta en dos días.
Por otra parte, ha caído en mis manos una de las últimas recomendaciones: El don, de Mai Jia. Este nombre no me decía nada hace unos días pero creo que promete.
Ya para acabar, por hoy, estoy deseando que llegue fin de mes para irme a Suiza; tanto tiempo planeándolo que ya estoy degustándolo antes siquiera de empezar… espero tener tiempo para escribir antes de irme… seguirá.

En septiembre creo que voy a apuntarme a un curso de pintura :-). Siempre he querido pintar pero sé positivamente que no tengo ninguna habilidad… De todos modos, hay quien pinta peor así que por qué no intentarlo… Próximas informaciones en un futuro no lejano.

Mas que mil flores,
una palabra sana
o bien puede herir.

2014 es el año de los compromisos. Demasiados, que impiden acabar todo en plazo. Algunos se rompen por el camino. Casi diria por suerte…
Los balances se suelen hacer al final y, sin embargo, me avanzo. Sin tiempo ni para presentarme a los examenes, el verano se presenta excesivamente comprometido. Si alguien cambia una fecha, se rompe mi puzzle. Para mas inri, en este planning tengo que encajar el fin de mi novela. Mas bien no tengo pero quiero. Fue genial coincidir con mi profesora ayer. Me hizo consciente de lo que me pierdo no acudiendo a clases. Lastima; la perfeccion es una meta esquiva.
No voy a contar el final. Surgio de la nada ayer mientras hablabamos. Hoy lo he escrito despues de soñarlo esta noche. Si pasa un milagro y tengo tiempo, antes de que acabe el mes lo reescribo…

Un día precioso; el sol hace que las fotografías luzcan más y el verde es aún más verde. En un ambiente religioso y festivo de terracitas y helados, me he encontrado con una monada de libro sobre Chopin. Suerte que revisé los libros que mi hermana me daba para vender el día de Sant Jordi y conseguir algo de dinero para Red Madre. Entre ellos, me he encontrado esta miniatura preciosa, que venderé, desde luego, pero que antes acabaré de leer, por supuesto find more.
La reflexión que me inspira no es para nada musical sino que, por algún motivo, me ha trasladado a La montaña mágica de Thomas Mann. Está claro que tener una enfermedad en una época u otra no tiene nada que ver. Mi tbc en el s. XVIII me habría matado y aquí estoy, sin embargo, sabiendo que estuve en buenas manos y que nunca sufriré secuelas. Pero antes hubo tantos y tantos que se fueron por culpa de esta enfermedad; supongo que entonces sería el equivalente a nuestro cáncer. El porqué de la enfermedad es otro tema, que hoy no toca. Hoy es más bien día de reflexión y de buenas lecturas, que no cada día hay tiempo y por la noche, de procesión.

Mezcla de últimas e intimidades = ultimidades. Una nueva palabra para añadir a la lista de invenciones propias más o menos esporádicas.
La verdad es que últimamente estoy poco productiva literariamente hablando. En lo que sí estoy trabajando y en serio es en mi novela. Queda tan poco tiempo de aquí a finales de junio que hay que aprovecharlo. El blog, sí, claro, por eso está medio abandonado. Lo retomaré. El trabajo de verdad, productivo… sigue.
Intimidades? Más bien pocas. El otro día me llevé un corte, no sé si era una indirecta o no. Alguien me dijo que desconfiaba de las personas «tan amables» ¿Que por qué me lo tengo que tomar como una alusión? Pues no sé, realmente nadie me ha dicho nunca que sea tan amable pero supongo que fue la mirada lo que me hizo pensar que era una indirecta… o no.
¿La crisis? ahí sigue pero no me preocupa tanto o tal vez sí pero ni me doy cuenta. Otras pre-ocupaciones atraen mi atención. De momento, a ver si puedo desconectar un poco, mi próximo rumbo es Colonia, en apenas unas horas si Dios quiere.
A la vuelta, mini crónica vacacional.

Y no sé por dónde empezar. Holanda resultó ser un bonito país envuelto en brumas. Rotterdam se reinventó después de la II WW y ahora sigue en la línea añadiendo edificios futuristas a sus calles. Amsterdam, por el contrario, es todo encanto conservado a través del tiempo que también se apunta a la moda de edificios puntuales de autor, como casi todas las ciudades, de hecho. Pasé un día estupendo en buena compañía y eso no es poco…

A la vuelta, más de lo mismo, trabajo… Lo bueno parece breve o lo es realmente; depende de como se mire.

A medida que pasan los días me estoy dando cuenta que la www del sr. Albaigés era como «El libro gordo de Petete» para adultos. Ahora ya no entro y no sé por qué pero es como un fin de ciclo o algo parecido.

Pasó Sant Jordi sin mucha pena ni gloria. O con más pena que gloria. Ya no recuerdo si lo escribí: vendiendo libros para Red madre cayó en mis manos un libro del sr. Albaigés. Sí, ya lo sé, el hombre propone y Dios dispone y a veces es más evidente que otras…

Próxima etapa: Köln en unos días. No sé si escribiré antes o después o mientras… veremos. Lo cierto es que me apetece y no sólo por la compañía. Es lo que tiene de bueno estar en la isla de moda. Cuando llega el verano en un par de horas vas a donde te apetece… después del verano pero llega el invierno y las horas dan más de sí, para leer, escribir… Escribir es lo que sabía hacer tan bien Mercedes Salisachs, que se fue… no sé si el cielo de los artistas será el mismo que el de los comunes mortales pero tengan o no, sea o no el mismo, ya vivieron en el cielo estando en la tierra y, al menos, nos dejan su obra para seguir disfrutándola y reflexionándola,

¡Buen fin de semana!, que es lo mejor que se puede desear a esta hora de un viernes…